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martes, 6 de diciembre de 2016

Encadenadas

Por Luis Manuel Aguana

Razón tenía Andrés Eloy Blanco en su discurso para declarar sancionada la Constitución de Venezuela en 1947, al darle el merecido crédito a la mujer venezolana: “…Y para que tuviera el tono y el estilo maternal, podréis hallar en ella entre una moción de la Representante Fermín, un desvelo de la representante Saavedra, un Artículo de la Representante Lucila Palacios y un esfuerzo de cada una de sus compañeras, la puntada de amor, el cairel de ternura, la tibia artesanía de conciencia que por la primera vez en nuestra historia pudo dar la mujer venezolana para que la ley naciera en las rodillas de la madre…” (ver Discurso del Dr. Andrés Eloy Blanco, Presidente de la Asamblea Nacional Constituyente, http://constituciones1947-1999.blogspot.com/2008/09/discurso.html).

Y así como tuvo ese crédito antes, lo tiene ahora. Si Venezuela como madre ha de parir la libertad, solo será de las manos y del vientre de sus mujeres. Si las dictaduras del siglo pasado venezolano fueron el escenario para escribir las páginas más estremecedoras de devoción y entrega de los hombres de este país, el presente siglo lo será pero para escribir la devoción y la entrega de las mujeres venezolanas.

Los versos, los cantos de nuestros poetas, como los del mismo Andrés Eloy Blanco en su “Palabreo de la alegría perdida”, estuvieron principalmente dedicados al sufrimiento del preso político del tirano y de su maltrato en las mazmorras de las dictaduras que ha sufrido este país. Sin embargo muy poco se ha reflejado en esos duros relatos del siglo pasado, el sufrimiento, las vejaciones, el maltrato psicológico, el dolor de la familia rota, que solo puede sufrir la mujer del preso, especialmente si tiene hijos pequeños, configurando una suerte de tortura adicional, no solo al preso sino a toda su familia.

Y ese sufrimiento lo arrastra solo la mujer. Siempre que escucho al inmortal Tío Simón cantar la historia de Guillermina, me trasmite ese dolor a pesar del tiempo: “Pusieron preso a tu marido Guillermina / pusieron preso a tu marido Guillermina / y se lo llevaron para una fuerte prisión / y como Guillermina quería tanto a su marido / fue a la cárcel a cantarle una canción // Murió mi madre y yo estaba ausente / murió mi madre y yo estaba ausente / yo ausente estaba yo no la vi / pero me dijo mi padre que en su agonía de muerte / alzó su mano y me bendijo a mi / alzo su mano y me bendijo a mi…” (ver ¡Libertad para los presos políticos! en http://ticsddhh.blogspot.com/2011/11/libertad-para-los-presos-politicos.html). No solo es el sufrimiento del preso, es el de su familia, su esposa, sus hijos, sus padres.

Supe hace poco la historia de la esposa de un importante preso político de Ramo Verde que llegó pocos minutos tarde con su hija, muy pequeña en ese entonces, a visitar a su esposo y no la dejaron entrar. Como había venido en un taxi desde el interior y conductor la había dejado en la puerta con la niña, les cayó un palo de agua, sin sitio para cubrirse. Por más que suplicó a los guardias que la dejaran guarecerse de la lluvia adentro con la niña, le impidieron la entrada.

La niña sufrió una neumonía que casi la mata por el tiempo bajo la lluvia. Todavía -ahora mayorcita- sufre las consecuencias de ese incidente, reincidiendo permanentemente en su afección pulmonar. ¿Quién paga por eso? ¿Quién paga por el sufrimiento de esa mujer al ver casi morir a su hija y permanentemente vigilar por su estado de salud? No es solo el sufrimiento del preso. La familia queda marcada de por vida. Y como creo que existe Dios, esa gente tiene una cuenta pendiente con El.

Es por eso que una tiranía como la que sufrimos en Venezuela reescribirá todo lo que antes habíamos conocido de la historia de las dictaduras que han pasado por este país, solo que en esta oportunidad las mujeres se llevarán el protagonismo principal.

El periplo mundial llevado a cabo por las esposas de los presos políticos, especialmente protagonizada por Lilian Tintori de López y Mitzy Capriles de Ledezma configura un caso muy especial que deberá anotarse en las historias que se cuenten de esta gesta que aun no termina, de la presente dictadura de Venezuela. Las vejaciones y humillaciones sufridas por la esposa de Leopoldo López en Ramo Verde y las cientos de puertas que les ha correspondido tocar a esas mujeres para lograr la liberación de sus esposos van más allá de lo humanamente concebible.

Pero eso no es lo me lleva a dedicar esta nota especial a las mujeres que sobrellevan la carga de tener a sus esposos presos. Es que la mujer venezolana no se queda en el lamento y la declaradera en contra de una injusticia cometida por un régimen delincuente en contra de sus maridos. ¡Se moviliza y actúa! Y sin pedirle permiso a nadie, y mucho menos a esta oposición mediocre, que lo que más bien ha hecho es alargar el sufrimiento de sus familias, ejecutan las acciones más sorprendentes que hayamos visto nunca.

La acción de encadenarse a las puertas del Vaticano de Lilian Tintori, Mitzy Capriles de Ledezma y Antonieta Mendoza, madre de Leopoldo López, me sonó a desembarco en Normandía por lo sorprendente, audaz y contundente (ver noticia en https://www.lapatilla.com/site/2016/12/04/tintori-maria-antonieta-de-lopez-y-mitzy-se-encadenan-en-el-vaticano-por-los-presos-politicos-video/) ¿Ustedes se imaginan a Henry Ramos Allup, Omar Barboza o Julio Borges planeando una vaina como esa? ¡Ni en el más delirante de sus sueños opositores, si es que alguna vez los tuvieron! ¡Es que me imagino al Papa Francisco preguntándose por el tamaño de los ovarios de esas mujeres, y hasta donde llegaran las venezolanas en su afán de conseguir la libertad de Venezuela!

Hace unos días Mitzy Capriles de Ledezma escribía en El Nacional: “A los que califican de impacientes a los venezolanos, argumentando que “apenas el diálogo lleva semanas y queremos milagros”, y nos piden que nos avistemos en el espejo de Colombia donde las conversaciones entre gobierno y las FARC se extendieron por 4 años, les recuerdo que aquí llevamos más de 13 años en este jaleo, desde cuando por primera vez vinieron a Venezuela los expresidentes Jimmy Carter y César Gaviria en nombre de la OEA.”.( ver Mitzy Capriles de Ledezma, Un diálogo imperfecto. ¿Por qué cedimos tanto?, en http://www.el-nacional.com/mitzy_capriles_de_ledezma/dialogo-imperfecto-cedimos_0_966503439.html). Lo importante que hay que precisar aquí es que esa “impaciencia” venezolana por salir de este infierno, no es paja. Está respaldada por unas cadenas en Roma. Ese discurso de Ramos Allup del 5 de enero dándole seis meses al régimen se hubiera hecho efectivo de haber sido dado por una mujer.

Señores de la MUD, entréguenle la conducción opositora a esas mujeres y dejen de pasar vergüenza. Se los llevan por los cachos en valor, audacia y creatividad. Estoy seguro que las encadenadas de Roma resolverían el problema de Maduro y sus delincuentes en horas, sin más experiencia política que el deseo legítimo que la libertad nazca en “las rodillas de la madre”, parafraseando el reconocimiento que ya diera el poeta del pueblo a las mujeres de este país. ¡Libertad para los presos políticos!

Caracas, 6 de Diciembre de 2016

Twitter:@laguana

sábado, 12 de septiembre de 2015

Venezuela: ¡Culpable!

Por Luis Manuel Aguana

Tal vez todos los venezolanos hayamos albergado en lo más íntimo la esperanza de un veredicto favorable a Leopoldo López. Quizá por aquello del análisis según el cual al régimen “no le convenía” tener a ese preso mas tiempo. Sin embargo fue una vana ilusión. El régimen actuó de nuevo en forma predecible.

Pero hagan un poco de memoria. ¿Quién iba a ser el culpable de los crímenes de Puente Llaguno el 11 de Abril de 2002? Todos los venezolanos vimos por televisión en vivo y en directo los disparos que hacían las bandas armadas del régimen hacia una multitud indefensa. ¿Y quienes terminaron resultando los culpables? Los jefes de la policía que precisamente la protegían, los Comisarios Vivas y Simonovis, así como el resto de los policías metropolitanos que los acompañaron. El régimen ya tenía sus culpables del lado opositor para una masacre provocada por su gente. Jamás habría posibilidad alguna de un juicio justo para ellos porque ya habían sido condenados.

Lo mismo sucedió con Leopoldo López. ¿Quién iba a ser el culpable de las muertes provocadas por el régimen durante las protestas que siguieron al Día de la Juventud de  2014? Los 43 muertos no tienen a otro responsable que el mismo régimen porque todos lo vimos igual que el 2002. Pero el régimen encontró al culpable perfecto, el discurso “incendiario” de Leopoldo que hizo que la gente saliera a la calle a protestar, y al ser masacrados de la misma manera que el 2002 por gente del gobierno, uniformada o no, esto lo convirtió en el “culpable” de esa tragedia.

“No tiene la culpa la estaca si el sapo salta y se mata” dice el refrán popular aplicado por el régimen. De acuerdo a esta lógica perversa los regímenes autoritarios “no son culpables” que las poblaciones protesten por sus desmanes y arbitrariedades sino quienes las iniciaron, y el régimen y sus seguidores, en consecuencia, tendrán licencia para matar a los ciudadanos durante las manifestaciones que realicen, sin ninguna responsabilidad.

Con esta “lógica” asesina se ha movido el régimen chavista-madurista en los juicios que han iniciado a todos los presos políticos. Entonces Leopoldo ya era culpable antes del juicio, por lo que era inútil esperar otra sentencia que la injusticia que presenciamos los venezolanos el jueves 10 de septiembre de 2015.

Entonces no hay nada nuevo bajo el sol y eso era lo esperable, como la sentencia del régimen. Y esto no es más nada que el mundo al revés. Me da la impresión que todos estamos al revés. La población en su conjunto no acaba de asimilar las implicaciones de lo que nos está sucediendo. Hablan de la boca para afuera de que estamos en una dictadura y todo el país se detiene a esperar una sentencia a Leopoldo distinta a la que dio la dictadura. Venezuela entera expresa que hay una dictadura, y se terminan cifrando las esperanzas de salir de ella el 6 de Diciembre. ¿No les parece esto una vaina de locos? ¿O seré yo el loco?

Venezuela no tiene un comportamiento acorde con lo que está pasando. Es verdad que lo ha tenido por períodos, como en el 2014. Pero ha venido en oleadas, de acuerdo a los distintos momentos que se han vivido en el país, y muy en especial de la mano de los estudiantes. Muchos dicen que por menos de lo que sucede ahora en el país, con las vejaciones en las colas, la hiperinflación y el desabastecimiento vino el Caracazo de 1989, que por cierto capitalizó muy bien Hugo Chávez, el golpista en 1992.

Entonces cabe bien hacerle a la oposición oficial la siguiente pregunta: ¿consideran ellos que estamos o no estamos en una dictadura? Pareciera que no hay claridad sobre el particular cuando indican que es una dictadura pero podrán salir de ella el 6D. No puedes decir que hay una dictadura y por el otro decir que saldrás de ella con unas elecciones. Eso es una contradicción.

El día anterior a su arresto escribía que si Leopoldo se entregaba a esta dictadura, (ver Entrega o Resistencia http://ticsddhh.blogspot.com/2014/02/entrega-o-resistencia.html)  él y su familia no debían esperar menos que los vejámenes a los que el régimen sometió  a Simonovis y a los suyos desde el año 2002, siendo preferible asumir una actuación en resistencia. Lamento haber tenido la razón.

Entonces, hasta que no tengamos -líderes y ciudadanos- el comportamiento de un país en dictadura (ya las hemos vivido con lo cual deberíamos saberlo: ver Rebelión Civil en http://ticsddhh.blogspot.com/2013/11/rebelion-civil.html) y seamos consecuentes con las acciones que se desprenden de tal condición, será imposible coordinar las tareas  tendientes a resolver el problema. Siempre habrá grupos que actúen solos de acuerdo con esa caracterización y otros que no los seguirán porque les dirán “radicales”, desperdiciando una energía vital que todos necesitamos en el conjunto, en un inútil ir y venir de protesta dividida.

En este sentido, todos estamos condenados a esperar el 6D a ver qué pasa, porque existe el convencimiento generalizado que proviene de la oposición oficial mantenida por la dictadura, de que “esta vez sí” saldremos de esto. Pero como en otras oportunidades, no saldremos. Y no saldremos no solo porque no creo que los dictadores vayan a elecciones que no van a ganar, sino porque toda la sociedad en su conjunto tiene la profunda esperanza de un veredicto favorable a la democracia, pero proveniente de las urnas electorales podridas de un régimen tramposo; de la misma manera como tenía la íntima esperanza del veredicto favorable a Leopoldo proveniente de un sistema judicial profundamente corrompido a favor de una dictadura real.

Espero que el 7D, cuando todos estemos en la profunda depresión colectiva producto de un nuevo zarpazo del régimen, y preguntándonos en donde estarán aquellos que prometieron que iban a cambiar las cosas, reflexionemos en cómo se debe actuar seriamente en una dictadura. Y cuando lo hagamos, y todos actuemos verdaderamente en consecuencia a ese hecho, el régimen en su lógica perversa nos sentenciará a todos como culpables, como lo acaba de hacer con Leopoldo López, por gritar ¡abajo la tiranía! y convocando al pueblo a las calles. Pero si ese momento llega, y toda Venezuela sea sentenciada ¡culpable!, ese solo hecho le quitará las esposas a Leopoldo y al resto de los presos políticos, como él mismo premonitoriamente lo dijo, de las manos de un pueblo libre.

Caracas, 12 de Septiembre de 2015

Twitter:@laguana

martes, 23 de diciembre de 2014

Un cuento para Navidad


Por Luis Manuel Aguana

Recibo de Jorge Bucay, “Cuentos para pensar” (1), el regalo de despedida del libro, quien a su vez lo recibió de sus hermanos. Asimismo se los obsequio a ustedes en este día de Navidad, al creerlo muy pertinente para estos tiempos aciagos:

“Un lugar en el bosque
Esta historia nos cuenta de un famoso rabino jasídico: Baal Shem Tov.

Baal Shem Tov era muy conocido dentro de su comunidad porque todo el mundo decía que él era un hombre tan piadoso, tan bondadoso, tan casto y tan puro que Dios escuchaba sus palabras cuando él hablaba.

Se había hecho una tradición en este pueblo: todos los que tenían un deseo insatisfecho o necesitaban algo que no habían podido conseguir iban a ver al rabino.

Baal Shem Tov se reunía con ellos una vez por año, en un día especial que él elegía. Los llevaba a todos juntos a un lugar único, que él conocía, en el medio del bosque. Y una vez allí, cuanta la leyenda, que Baal Shem Tov armaba con ramas y hojas un fuego de una manera muy particular y muy hermosa, y entonaba después  una oración en voz muy baja…como si fuera para él mismo.

Y dicen…

Que Dios le gustaban tanto esas palabras que Baal Shem Tov decía, se fascinaba tanto con el fuego armado de esa manera, quería tanto a esa reunión de gente en ese lugar del bosque…que no podía resistir el pedido de Baal Shem Tov y concedía los deseos de todas las personas que allí estaban.

Cuando el rabino murió, la gente se dio cuenta que nadie sabía las palabras que Baal Shem Tov decía cuando iban todos juntos a pedir algo…
Pero conocían el lugar del bosque. Sabían cómo armar el fuego.
Una vez por año, siguiendo la tradición que Baal Shem Tov había instituido, todos los que tenían necesidades y deseos insatisfechos se reunían en ese mismo lugar en el bosque, prendían el fuego de la manera que habían aprendido del viejo rabino, y como no conocían las palabras cantaban cualquier canción o recitaban un salmo, o solo se miraban y hablaban de cualquier cosa en ese mismo lugar alrededor del fuego.

Y dicen…

Que Dios gustaba tanto del fuego encendido, gustaba tanto de ese lugar en el bosque y de esa gente reunida…que aunque nadie decía las palabras adecuadas, de cualquier manera concedía los deseos a todos los que estaban ahí.

El tiempo ha pasado y de generación en generación la sabiduría se ha ido perdiendo…
Y aquí estamos nosotros.
Nosotros no sabemos cuál es el lugar en el bosque
No sabemos cuáles son las palabras…
Ni siquiera sabemos cómo encender el fuego a la manera que lo hacía el Baal Shem Tov…

Sin embargo hay algo que si sabemos:

Sabemos esta historia,
Sabemos este cuento…

Y dicen…

que Dios adora tanto este cuento…
que le gusta tanto esta historia…
que basta que alguien la cuente…
y que alguien la escuche…
para que El, complacido,
satisfaga cualquier necesidad
y conceda cualquier deseo
a todos los que están compartiendo este momento…

Así sea…”

Los venezolanos olvidamos en el transcurrir del tiempo, en lo profundo de nuestra historia, de generación en generación, que somos Libertadores. Un 17 de Diciembre murió quien sabía cómo hacerlo al punto de habernos llevado por todo un Continente a libertar 5 naciones. Al principio, los que quedaron, copiaron sin saber las maneras y las formas sin conocer el fondo, y ahora nosotros, los herederos de esa gesta “ni siquiera sabemos cómo encender el fuego” y hasta olvidamos donde está el punto en el bosque. Pero la raíz sana está allí. Lo prueban los 43 jóvenes asesinados este año protestando en contra del régimen, los torturados, los estudiantes, los presos políticos, la sociedad civil, y sin duda alguna una parte importante de la oficialidad de nuestras Fuerzas Armadas, que estamos seguros que tienen presente esa memoria.

Pero como dice el relato, sabemos esta historia, sabemos este cuento. Sabemos que somos Libertadores. Sabemos cómo expulsar invasores extranjeros, ya lo hemos hecho. Hallar el punto del bosque donde realizar el rito no será complicado, si como dice el cuento, basta con que alguien lo cuente y que alguien lo escuche para que Dios satisfaga la plegaria de un pueblo sufrido, y nos conceda  como regalo de Navidad, la Libertad, la Paz y la Democracia para todos los venezolanos. Así sea…

Caracas, 23 de Diciembre de 2014

Twitter:@laguana

(1)     Jorge Bucay, “Cuentos para pensar”, Editorial Océano de México, S.A. de C.V. 2da. Edición. ISBN 970-651-999-8. Ver también “Un lugar en el Bosque” de Jorge Bucay en http://www.mantra.com.ar/contreconociendonos/lugarenelbosque.html)